28 abr 2009

frases q odiamos los estudiantes universitarios!!!!!


* “No te preocupes, ¡seguro que a la próxima apruebas!”: Sabemos que no es verdad, sabes que no es verdad… ¿POR QUÉ COÑO LA Dices?. Es un insulto a nuestro estado emocional tratar de animarnos con semejante frase falsa. La única respuesta digan sería “¡Que te den por el culo, cabrón de mierda!”, pero como somos educados y estamos hundidos en la mierda respondemos con un tímido “Si, claro, a la próxima seguro”. Es mejor el silencio, no te preocupes, sabemos que no nos comprendén, así que no hace falta que te esfuerces porque será peor.

* “¿Qué tal el examen?”: MAL, el examen MAL, asqueroso revuelveheridas. Obviamente el mes que me he tirado estudiando cual guarra no ha evitado que me follen el culito cruelmente… ¿Para qué preguntas?. ¿Para disfrutar de mi miseria?. ¿Para decir “No te preocupes, ¡seguro que a la próxima apruebas!”?. No se pregunta, lo único que puede ayudarnos a salir del boquete es dinero y chocolate. Si no está dispuestos a ofrecernos nada de eso, manteneros alejados y no os recuerdes en nuestro infortunio.

* “¿Pero no has acabado la carrera todavía?”: Vamos a ver, grandísimo hijo de puta, cuando terminemos la carrera te enteraras, el mundo se enterará. Nos pondremos nicks en el Messenger con tantos emoticonos felices que dolerán los ojos, lo publicaremos en el periódico, en el Blog, haremos una gran fiesta, definitivamente NO LO ESCONDEREMOS. Así que no nos preguntéis si hemos acabado la carrera cuando la respuesta es obviamente no. Eso no hace más que darnos aún más ganas de suicidarnos o de meternos a jardineros o algo por el estilo.

* “Pero, ¿tan difícil es?”: No, que va. Está tirado. Yo es que disfruto hipotecándome medio pulmón para pagar la matrícula cada año y dejando que me metan palos por el culo en forma de exámenes y apuntes todo el año. PUES CLARO QUE ES DIFÍCIL. Es tan difícil que vuestra mente pagana es incapaz de comprender los niveles de dificultad y abstracción absurda a los que puede llegar un cerebro humano. No respondo de mí como otro estudiante ponga en duda la dificultad de una carrera, sea cual sea, hasta Magisterio o Filosofía tendrán su dificultad, porque para estar todo el día en la cafetería o ir fumados, debe ser porque de continuo, o en un estado normal, las clases no son soportables.

* “¡El hijo de Fulanita se hizo la carrera en 5 años justos!”: BIEN POR EL HIJO DE FULANITA. Tirémosle cacahuetes y bailemos a su alrededor. También hay gente que no la acaba nunca, y no vemos a nuestros padres diciéndonos cada día “Qué orgulloso estoy de ti, hijo, que aún no te has dado cuenta que no vales para esto”. Nada de comparaciones, porque entonces podemos mencionar a ese compañero nuestro que se sacó como pasatiempo no sé qué mierda que estudiáis mientras cursaba la carrera… A ver qué humilla más a quien.

* Silencio incómodo producido tras la pregunta: “¿Por qué curso vas?”: Di algo, capullo, Tú has preguntado. ¿Tú objetivo era reírte de nosotros y jactarte de que estás sacando no sé qué mierda y estás hinchándote de follar y a año por curso?. Porque no falla, el silencio incómodo siempre se rompe con “¿Pero cuántos años llevas en la carrera?”. LOS QUE SEAN IMBÉCIL. Los suficientes para saber que tu padre y tu madre eran hermanos con sólo mirarte a la cara. Y que sepas que cada año es como un horrible infierno en el que te clavan cristales en el corazón y te arrancan las uñas con unas tenazas… ¡Y AGUANTO AHÍ CON DOS COJONES!. Así que no te atrevas a juzgarme.

* “Lo que estudio también es muy difícil. Sólo tienes que estudiar más”: Oh, sí, tu examen de Meterse Un Dedo En El Culo y Olerlo supera con creces el temario de asignaturas como: “Métodos Numéricos para la Fluidodinámica de Alta Densidad de Energía” (Ingeniería Química), “Citología” (Medicina), “Derecho Romano” (Derecho), “Historia del Arte Antiguo” (Historia del Arte) o “Tipos Abstractos de Datos” (Ingeniería Informática). Es que es muy duro que te hagan exámenes parciales que te quitan temario y te hagan media con el final… Buf… Qué complicado lo tuyo, ¿eh?.
Apenas deja tiempo para rascarse las pelotas y meterle mano a la guarra de al lado. Será eso, que no estudio; los exámenes de cinco horas, los temarios imposibles de los que ni los profesores tienen puta idea o las preguntas trampa para pillarte si no eres el hijo de Fulanita son meras distracciones de la verdadera realidad: ESTUDIANDO SE APRUEBA, ¡Y UNA MIERDA!.

25 abr 2009

que haria si fuera mi ultimo dia???

¿Qué harías si éste fuera tu último día?
¿Qué es lo que harías si te dijeran que, a las doce de la noche de hoy ibas a dejar de existir? ¿Qué es lo que no te gustaría dejar de haber hecho antes de morir?

Mi respuesta es muy dudosa y supongo que perdería por lo menos media hora del valioso tiempo que me queda pensando qué hacer. Después supongo que cumpliría alguna fantasía sexual con algún chico que no fuera mi novia y que realmente me llamara la atención. Se lo diría a mi novia y él lo entendería.

Después iría algún parque a ver anochecer y me quedaría ahí toda la noche hablando y revolcándome en el césped.

Llamaría a toda la gente que llevo en el corazón para decirles que han sido una parte muy importante en mi vida y que nunca los olvidaré. Saldría del armario con mis padres, y le pediría a mi novio que hiciera lo mismo. Además le pediría que nunca jamás tuviera miedo de ser quien es y que defendiera los derechos de los homosexuales en cada ocasión que pudiera.

Llamaría a mi exnovio y le diría que significó mucho para mi, pero que nunca se podrá parecer a mi novio, porque él no lo intentó y se rindió enseguida.

me pongo mi uniforme scout y doy mi promesa scout con un gran saludo alzado, y agradeciendo a dios por darme la oportunidad de portar el orgullosamente la pañoleta de mi grupo scout.

recordaria y viera todos esos recuerdo, fotos videos, que alegraron mi vida, junto a mis amigos y seres querido.

compraria algo que siempre quise y se lo regalaria a alguien q lo quiera tambien, para q disfrute lo q yo no disfrute.

¿Y vosotros, qué haríais si fuera el último día?

20 abr 2009

QUE HE APRENDIDO DE LA VIDA


He aprendido...
Que no tenemos que cambiar a los amigos, si entendemos que los amigos cambian.
He aprendido...
Que no importa qué tan bueno es un amigo, te van a lastimar en algún momento y los debes perdonar por eso.
He aprendido...
Que la amistad verdadera continua creciendo, aún más allá de la distancia. Lo mismo pasa con el amor.
He aprendido...
Que puedes hacer algo en un instante que te causará dolor de por vida.
He aprendido...
Que me está tomando mucho tiempo llegar a ser la persona que quiero ser.
He aprendido...
Que siempre debes dejar con palabras de amor a las personas que quieres. Puede ser la última vez que las veas.
He aprendido...
Que puedes seguir adelante mucho después de que no puedas.
He aprendido...
Que somos responsables por lo que hacemos, no importa cómo nos sintamos.
He aprendido...
Que si no controlas tu actitud, ella te controlará a ti.
He aprendido...
Que sin importar que tan excitante es una relación al principio, la pasión desvanece y más vale que haya otra cosa que tome su lugar.
He aprendido...
Que los héroes son las personas que hacen lo que se tiene que hacer, cuando se necesita hacerlo y sin importar las consecuencias.
He aprendido...
Que el dinero es una pésima forma de mantener el marcador.
He aprendido...
Que mi mejor amigo y yo podemos hacer cualquier cosa, o no hacer nada, y pasar el mejor tiempo.
He aprendido...
Que a veces las personas que esperas que te pateen cuando estás derrotado, son las que te ayudarán a levantarte.
He aprendido...
Que a veces, cuando estoy enojado, y aunque tenga derecho para estarlo, eso no me da el derecho de ser cruel.
He aprendido...
Que por el hecho de que una persona no te quiera como tú quisieras que lo hiciera, no significa que no te quiera con todo lo que tiene.
He aprendido...
Que la madurez tiene más que ver con las experiencias que has tenido y lo que has aprendido de ellas, que con el número de cumpleaños que has celebrado.
He aprendido...
Que no siempre es suficiente ser perdonado por los demás. A veces tienes que aprender a perdonarte a ti mismo.
He aprendido...
Que no importa qué tanto está roto tu corazón, el mundo no se detiene por tu pena.
He aprendido...
Que nuestro pasado y nuestras circunstancias pueden haber influenciado en quiénes somos, pero somos responsables por quién llegamos a ser.
He aprendido...
Que el hecho de que dos personas discutan no significa que no se quieran el uno al otro. Y el hecho de que no discutan, no significa que sí se quieran.
He aprendido...
Que no debes insistir tanto en encontrar un secreto. Podría cambiar tu vida para siempre.
He aprendido...
Que dos personas pueden ver exactamente la misma cosa, y ver algo totalmente diferente.
He aprendido...
Que tu vida puede ser cambiada en cuestión de horas por personas que ni siquiera te conocen.
He aprendido...
Que aún cuando piensas que no tienes más que dar, cuando un amigo te llora, encontrarás la fuerza para ayudarlo.
He aprendido...
Que las credenciales en la pared no te hacen una persona decente.
He aprendido...
Que las personas por las que más te preocupas en la vida se van demasiado pronto.

EL TREN DE LA VIDA


Un día leí un libro que comparaba la vida con un viaje en tren. Una comparación extremadamente interesante cuando es bien interpretada. Interesante porque nuestra vida es como un viaje en tren, llena de embarques, de desembarques, de pequeños accidentes en el camino, de sorpresas agradables y de algunas subidas y bajadas tristes.

Cuando nacemos y subimos al tren, encontramos dos personas queridas que nos hacen conocer el viaje hasta el fin: nuestros padres. Lamentablemente ellos en alguna estación bajan del tren y ya no vuelven a subir. Entonces quedamos huérfanos de su cariño, protección y afecto, pero a pesar de esto, nosotros continuamos viajando.

Durante la larga travesía conocemos otras interesantes personas que suben al tren: nuestros hermanos, nuestros amigos, nuestros amores. Muchos de ellos realizan solo un corto paseo, otros permanecen siempre a nuestro lado compartiendo las alegrías y las tristezas. En el tren también viajan personas que andan de vagón en vagón ayudando a quien lo necesita. Otros viajan cerca de nosotros y los queremos tanto que cuando viajan nos dejan recuerdos imborrables.

Muchos viajan en asientos cercanos al nuestro pero no sabemos quienes son ni nos interesa. Otros pasajeros, a quienes queremos, prefieren sentarse alejados de nosotros, incluso en otros vagones; nada nos impide que tratemos de acercarnos y sentarnos junto a ellos, pero en muchas ocasiones esto no es posible porque los asientos contiguos ya están ocupados por otras personas.

El viaje es así, lleno de atropellos, sueños, fantasías, esperas, llegadas y partidas. Sabemos que este tren solo realiza un viaje, el de ida. Tratemos entonces de viajar de la mejor manera posible, intentando tener una buena relación con todos los pasajeros, procurando atender lo mejor posible a las necesidades de cada uno de ellos, recordando siempre que, en algún momento del viaje, nosotros mismos podemos perder las fuerzas y necesitar que alguien nos entienda y nos ayude.

El gran misterio de este viaje es que no sabemos en qué estación nos toca descender a nosotros. Yo pienso y me pregunto a mí mismo, cuando tenga que bajarme del tren, ¿sentiré añoranzas? Por supuesto, mi respuesta es sí; porque tener que dejar a mis hijos viajando solos será muy triste, tener que separarme de los amores de mi vida será doloroso. Pero tengo la esperanza de que en algún momento nos volveremos a encontrar en la estación principal y tendré la emoción de verlos llegar con mucha más experiencia de la que tenían al iniciar el viaje.. Entonces seré feliz al pensar que en algo pude colaborar para que ellos hayan crecido como buenas personas.

Ahora, en este momento, el tren disminuye la velocidad para que suban y bajen personas. Mi emoción aumenta a medida que el tren va parando. ¿Quién subirá? ¿Quién será? Me gustaría que ustedes pensaran que desembarcar del tren no es solo una representación de la muerte o el término de la historia de un proyecto que dos personas planearon e hicieron realidad pero que con el paso del tiempo se desmoronó, sino el principio de un nuevo viaje en el que, a diferencia del de esta vida, no habrá más tristezas, ni dolores, ni penas, ni sufrimiento, sino solo paz, tranquilidad y amor.

Agradezco a Dios por darme la oportunidad de estar realizando este viaje junto con ustedes. A lo mejor nuestros asientos no son contiguos, pero es muy probable que vayamos en el mismo vagón.