
Ahorro. Esa palabra que todos en algún momento de nuestras vidas hemos pronunciado, y todos nos hemos planteado hacer, con mayor o menor acierto, pero con el mismo objetivo. Para ahorrar, sobre todo en tiempo de crisis, primero hay que saber cómo hacerlo y obviamente reducir gastos. A la hora de plantearse ahorrar se pueden tomar decisiones drásticas, o ir haciéndolo poco a poco, pero de todas formas el objetivo final siempre es el mismo.
Quién no se ha privado durante un tiempo de algún capricho para tener dinero para comprarse algo que quería, aún recuerdo mi primera cámara de fotos reflex digital que me costó un año de duro trabajo
Para comenzar a ahorrar, lo primero que hay que plantearse es el ahorro como una obligación, como si fueran unos gastos que debemos efectuar cada mes de forma imperdonable, e ir ingresando ese dinero en una cuenta o separando una parte de nuestro dinero mensual para este objetivo, al igual que los pequeños ahorros diarios que se pueden llevar a cabo. Pero todo esto no sirve de nada si no hay una conciencia firme de que ese dinero no puede ser utilizado bajo ninguna circunstancia.
Para todo ello, una de las principales formas de ahorrar es planificar gastos. No hay que dejarse llevar por la publicidad a la hora de comprar, muchas veces los productos que elegimos vienen condicionados por la marca o popularidad, sin tener en cuenta la calidad muchas veces. Por eso una de las cosas que podemos hacer es planificar la compra diaria, comprando exclusivamente lo necesario, evitando caprichos, y consumiendo productos de calidad pero que no tienen por qué ser marcas reconocidas, como en el caso de los medicamentos genéricos o las marcas blancas. Pero antes de todo eso, deberíamos revisar qué es lo que tenemos y qué es lo que nos hace falta, por eso no es recomendable hacer compra semanal, y es más recomendable comprar cuando verdaderamente se necesita algo.
En caso de grandes compras, como cuando adquirí mi cámara o mi nuevo ordenador, primero debemos hacer una lista de lo que queremos y anotar precios, y ver si realmente lo necesitamos, en mi caso reconozco que elegí una cámara asequible (no quiere decir barata) y un ordenador caro (pero mis necesidades me lo requerían). Pero eso sí, antes de realizar la compra, comparar, comparar precios en todos los sitios disponibles, porque puedes llegar a encontrar diferencias abismales de precios, que luego sientan como un jarro de agua fría. Como me dijeron hace tiempo, no hay nada como papel y boli para comenzar a ahorrar. Y ya que hablo de comparar precios, nada mejor que los comparadores de productos en Internet, como nuestro comparador de productos de electrónica.
Sin embargo, sí que hay una forma de reducir gastos y ahorrar de forma considerable, aunque yo no la he puesto mucho en práctica ya que a mí no me afecta mucho, pero sí mis más allegados, y es abandonar los vicios que se tengan, pongamos por ejemplo tabaco, ya que es un vicio que aunque no lo parezca es caro. Si poco a poco reducimos su consumo, o incluso se corta de raíz (comprendo que no es así de fácil pero conozco casos) el ahorro será considerable, y no solo eso, nuestra salud se verá beneficiada… matamos dos pájaros de un tiro. Pero claro está, ese dinero debería reservarse para el ahorro, o al menos una parte, porque si decidimos gastarlo en otro tipo de consumo el método no será eficaz..
En fin, estas son algunas de las recomendaciones que os dejo para tratar de conseguir unos ahorrillos, que aunque no sirvan para comprarse una casa o un coche, sí que sirven a corto o medio plazo para tener a nuestra disposición fondos en caso de imprevistos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario